lunes, 28 de agosto de 2017

USA: La Dictadura más Grande del Mundo

Resultado de imagen de sheriff del condado de Maricopa (que incluye la ciudad de Phoenix), Joe Arpaio

La historia detrás de Joe Arpaio, el polémico sheriff indultado por Trump

Joe Arpaio es un sheriff del Estado de Arizona conocido por la creación de una cárcel que ha llegado a ser comparada con un campo de concentración. Foto: Ross D. Franklin/ AP.
“¡Hitler! ¡Hitler!” gritaban como protesta los presos ante las cámaras de televisión. Era el 4 de febrero de 2009. 
Más de 200 hombres de origen latinoamericano, vestidos con uniforme a rayas blancas y negras y encadenados uno a otro, eran llevados a una unidad al aire libre especial para presos “extranjeros ilegales” en la infame Tent Cityde Arizona.
Los gritos iban dirigidos al sheriff del condado de Maricopa (que incluye la ciudad de Phoenix), Joe Arpaio, quien unos meses antes, durante un encuentro con sus seguidores en un club italo-estadounidense, había llamado  “campo de concentración” a esta cárcel cercana al centro de Phoenix, nacida como una de sus medidas contra el crimen.
Luego Arpaio comentó que esas palabras habían sido una broma. “Pero incluso si fuera un campo de concentración, ¿qué diferencia hay? De todas formas, sobreviví. Me siguieron reeligiendo”, contestó.
Y la cárcel también sobrevivió. Durante más de 20 años, Tent City fue parte de un complejo penitenciario dentro de una zona industrial, a 10 minutos al sur del centro de Phoenix. 
En su máximo apogeo, a fines de los 90, estaba formada por 82 tiendas de campaña militares de la época de la guerra de Corea y albergaba a mil 700 prisioneros. Después de 2009, llegó a contar con hasta 200 inmigrantes ilegales.
A pesar de numerosas demandas de expresos por malos tratos, de la indignación pública y de fuertes críticas de grupos como Amnistía Internacional, que definía las instalaciones como inhumanas, superpobladas y peligrosas, esta cárcel al aire libre siguió abierta. 
Incluso el Departamento de Justicia acusó a Arpaio de perseguir especialmente a los latinoamericanos y de negar a los presos los derechos humanos más básicos en sus cárceles.
Pero ahora, igual que el legado de Arpaio, parece que Tent City está llegando a su fin, haciendo que muchos habitantes de la zona, grupos de derechos civiles y expresos se pregunten: ¿por qué estuvo abierta tanto tiempo?
Las instalaciones nunca fueron hechas para estar abiertas dos décadas. Todo comenzó como una solución temporal a la superpoblación de las cárceles del condado de Maricopa en agosto de 1993. Arpaio dijo que costaría menos de 68 mil euros construirla, ya que utilizarían unas tiendas de campaña militares que habían sobrado de la guerra de Corea.
Los presos con sentencias por delitos menores pasaban meses durmiendo en estas tiendas de campaña verdes, en literas pegadas a bloques de cemento sobre la gravilla. 
En el verano, con el calor seco de Arizona, las temperaturas dentro de la tienda de campaña podían ascender a 54 grados. Aunque había una unidad con aire acondicionado donde los presos podían ducharse y refrescarse, para dormir debían volver a la tienda de campaña.
Los presos llevaban ropa interior color rosa, sandalias rosa y les daban toallas rosa mojadas para ponerse en el cuello y aliviar el calor. El sheriff dijo que eligió el color rosa para que los presos no quisieran robarse nada.

Una prisión humillante

Bajo el mando de Arpaio los presos eran humillados constantemente en Tent City, en especial los latinos. Foto: John Moore/Getty Images.
Arpaio se había ganado la fama de “sheriff más duro” de Estados Unidos desde principios de los años 90, cuando declaró la guerra al narcotráfico y a las bandas.
Pero en 2007, cuando la frontera del Estado de Arizona se convirtió en la principal entrada de más del 50% de los inmigrantes indocumentados y creció el miedo por el terrorismo, cambió de objetivo y se concentró en luchar contra la inmigración ilegal. 
Tent City fue un proyecto que causó grandes divisiones, provocando la admiración de algunas personas de la comunidad local y fuertes críticas de aquellos que lo veían como un sitio humillante.
Orgulloso de su experimento penitenciario, Arpaio a menudo invitaba a los medios de comunicación para que vieran nuevos grupos de detenidos que eran llevados a Tent City, como hizo en 2009. Arpaio decía que era una forma barata de que el mensaje antimigratorio llegara al público.
Para justificar ante los medios el uso de tiendas de campaña y alambre de espino, Arpaio decía que los criminales que eran llevados allí (estadounidenses y extranjeros con sentencias por delitos menores, como tenencia de drogas, hurto o, en algunos casos, trabajar con documentos falsos) eran “más propensos a escapar”.
Jaime Valdez, de 35 años, pasó cuatro meses de 2012 en una unidad separada para unos 200 inmigrantes sin papeles. 
Para darle mayor impacto, Arpaio llamaba a esa unidad un sitio para “extranjeros ilegales”, pero en realidad era para cualquiera que estuviera a la espera de un traslado a otra instalación a cargo de otra agencia de seguridad.
Arpaio dijo que eligió el color rosa para que los presos no quisieran robarse nada. Foto: John Moore/ Getty Images.
“Se burlaban de nosotros por no hablar inglés”, recuerda Valdez de los guardias. “Les hablábamos y nos ignoraban”. Valdez, que fue enviado allí después de ser condenado por conducir ebrio, dice que “los presos de Tent City sabíamos que estábamos allí porque habíamos cometido un error, pero era humillante”.
Los días de frío, las temperaturas bajaban a cinco grados. Los agujeros de las tiendas de campaña dejaban pasar el viento y la lluvia, empapando las camas. Con bolsas de basura negras que les daban como chubasqueros, Valdez y otros presos hacían cuerdas para sostener las telas de las tiendas de campaña una junto a la otra e impedir que entrase el agua.

Los presos trabajaban encadenados

El polémico sheriff gustaba de invitar a los medios a la cárcel de Tent City para presumir de su diabólico invento. Foto: EFE.
Los presos estaban obligados a trabajar encadenados uno a otro, lo cual –salvo excepciones– es una práctica (chain gang) que se había abandonado en Estados Unidos en 1955. 
El condado de Maricopa era el único que encadenaba a presas mujeres en todo el país. 
Otros presos hacían trabajos forzados dentro de la cárcel, y otros se beneficiaban de un sistema de permisos que les permitía salir a trabajar y regresar a dormir a Tent City. Valdez trabajó sin recibir ninguna compensación, lavando ropa y organizando los pedidos de uniformes de otras cinco cárceles.
Las tiendas de campaña pronto se ganaron mala fama, según Tom Bearup, que fue director ejecutivo de la oficina de Arpaio hasta 1998. “Al principio los guardias no querían trabajar allí, porque era peligroso”, afirma. “Si había una pelea, no había muchos guardias”
Durante una revuelta en 1996, Bearup vio cómo los presos prendían fuego a las tiendas de campaña.
Pero esto no impidió que Arpaio lograra un amplio apoyo político a su proyecto. “Desde el primer día, siempre dije a los críticos: ‘nuestros hombres y mujeres defienden nuestro país durmiendo en estas tiendas de campaña, ¿así que por qué se quejan de que los presos tengan que dormir en ellas?’”, dijo Arpaio a the Guardian.
La cárcel creada por Arpaio era la única en Estados Unidos donde las mujeres trabajaban encadenadas. Foto: Nick Oza/ The Guardian.
Bearup dice que el proyecto pronto se convirtió en una “superproducción” del sheriff, cuando éste se dio cuenta de que podía labrarse una carrera política a base de ropa interior rosada, prisioneros encadenados, tiendas de campaña y una imagen casi caricaturesca de la lucha contra el crimen.
“Toda su forma de operar las prisiones era inconstitucionalmente inhumana e inconstitucionalmente peligrosa”, dice Michael Manning, abogado y uno de los más fervientes críticos de Arpaio.
Manning ganó más de una decena de demandas por malos tratos y muertes no justificadas en las cárceles de Arpaio en la condado a lo largo de 15 años. Consiguió también un acuerdo antes de juicio por el que pagó dos millones de dólares por la muerte de Brian Crenshaw, un preso ciego que tuvo una discusión con un agente en Tent City. Crenshaw murió por el empeoramiento de su salud tras ser mantenido en confinamiento solitario en otra cárcel. Otro preso, Phillip Wilson, murió después de recibir una paliza por otros presos ese año en Tent City. La familia rechazó un pago como indemnización de un millón de dólares y perdió en el juicio.
Varios informes sobre Tent City advirtieron a Arpaio de las condiciones de inseguridad de las instalaciones, incluido el tema de la falta de guardias: en una carta de 2003, el departamento de control de riesgo del condado advirtió a Arpaio que debía mejorar las condiciones o pagaría él mismo las costas de los juicios por demandas de malos tratos que estaban presentando los antiguos presos.

Se sabía que las condiciones eran inhumanas

Imagen de Tent CityFoto por: Maricopa County, Arizona
“La gente sabía que era inhumano, pero mis colegas republicanos le tenían tanto miedo al sheriff que le dejaban salirse con la suya”, explica Mary Rose Wilcox, que fue durante 21 años supervisora demócrata del Consejo del Condado de Maricopa, un organismo de cinco miembros que supervisa el presupuesto del sheriff.
Aún así, la cárcel siguió abierta. Candidatos presidenciales la visitaban, y llegó a los titulares de periódicos extranjeros cuando la visitaron periodistas de Japón y Reino Unido. También fueron de visita turistas y el público en general. “Hacía mucho calor”, recuerda Kathryn Kobor, una mujer de 74 años que fue de visita a la cárcel en 2015, pero aclara que no era “tan espantoso” como le habían hecho creer. “Si cometes un crimen, tienes que asumir las consecuencias”, dice, haciéndose eco del latiguillo de Arpaio.
La carrera política de Arpaio comenzó a decaer en 2016. Muchos republicanos le dieron la espalda durante la campaña porque estuvo involucrado en varias demandas muy costosas. Recientemente, un juez le dio el tiro de gracia político cuando lo condenó por desobedecer en 2011 la orden judicial de detener las patrullas contra inmigrantes que suponían ilegales, a quienes detenían aunque no hubieran cometido ningún delito.
El próximo 5 de octubre, Arpaio iba a escuchar su sentencia y se enfrentaba a una pena de hasta seis meses de cárcel por violar deliberadamente una orden de un tribunal federal. Sin embargo, este viernes, Donald Trump le concedió el indulto. Antes de hacerlo, declaró a Fox News: “Quizás lo haga pronto, esta misma semana. Me lo estoy pensando seriamente.” Y añadió que Arpaio es un “gran patriota estadounidense” que había “hecho mucho por la lucha contra la inmigración ilegal”.
Los presos reciben un nuevo uniforme con la bandera de EEUU en un acto ante la prensa en la cárcel en julio de 2016. Foto: Gary Williams/ EFE.
(Original en The Guardian/ Traducido por Lucía Balducci para El Diario)

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro